El fenómeno fan puede molar al principio. Millones de personas te adoran y se mueren por tus huesos y ese tipo de cosas pero puede llegar un momento en que quieras evitar estar demasiado cerca de ellos, por pereza o por llámale X. Eso es lo que le ha venido pasar al bueno de Justin Bieber, terror de las nenas y desde ahora, también de los aeropuertos turcos.
Resulta que ayer aterrizó en el aeropuerto de Sabiha Gökçen, en Estambul, Turquía, con motivo del concierto que dará esta noche y no le apeteció eso de pasar controles y ese tipo de historias. Ni corto ni perezoso él y sus 13 acompañantes barra seguratas barra cortesanos varios pasaron de puntillas por el control de pasaportes, sin sellarlos, y se metieron en los coches que les esperaban a la salida. ¿El motivo? Aparentemente, evitar a las fans.
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